El viernes 1 de febrero estando en terapia familiar, Marta, la hermana de un paciente, quiso compartir una carta que había escrito a su hermano. Marta con 15 años, en muy pocas líneas, es capaz de expresar lo mismo que sentimos los adultos cuando compartimos la vida con alguien que ha desarrollado una adicción. Cuando leyó el texto, todos nos emocionamos mucho… y es que hay momentos en las terapias en las que se producen instantes reveladores, probablemente por la enorme verdad que contienen. Cuando no le ponemos cabeza, cuando es el corazón el que se expresa, el mensaje llega directo. Es entonces cuando los adictos somos capaces de ver en qué nos hemos convertido.

Os dejamos aquí su carta. Gracias, Marta, por tanto amor y coraje.

¡Hola tete!

Se que estás viviendo una etapa de tu vida muy dura, que estás dejando todo atrás para volver a ser el que eras hace 5 años. Un hermano con el que podía hablar, jugar, ver la tele… Aunque teníamos nuestras discusiones, nos lo pasábamos muy bien y disfrutábamos.

Poco a poco empezaste a cambiar, ya no eras el mismo, nuestra relación como hermanos había cambiado y tú como persona también. Hemos tenido momentos buenos y malos que, al fin y al cabo, los hemos podido llevar, pero este último año eras otro Juan, parecía que me habían cambiado de hermano.

Yo lo he pasado muy mal al igual que tú, ¡pero juntos vamos a salir de todo! Que sepas que te quiero un montón y que te echo mucho de menos. Ahora tienes que recuperarte y volver a ser el de antes, se que con toda mi fuerza, lo vas a conseguir.

Te quiero.

Marta

(Imagen: Gabriella Barouch)

Un comentario

  • Xavi Garcia

    Me he quedado sin palabras.
    Cura más esto (una hermana de quince años) que todas las grandes lecciones de cualquier terapeuta.
    Gracias Marta.

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